El mercado mundial de smartphones de segunda mano cayó un 2 % en el primer trimestre de este año, su primer declive anual en más de tres años según CCS Insight, una firma de análisis industrial británica.
La caída en los volúmenes, estimada en 27,1 millones de unidades a nivel global, se atribuyó en gran medida a la escasa afluencia de clientes minoristas y a los efectos secundarios de la intensa actividad promocional de 2024, que impulsó la demanda hasta el año pasado.
Los operadores móviles se vieron especialmente afectados, ya que los consumidores optaron cada vez más por teléfonos sin tarjeta SIM a través de mercados en línea y canales de venta directa al consumidor.
A pesar de la caída, los analistas de CCS Insight afirman que los fundamentos del mercado se mantienen sólidos. Señalan la inversión del sector en programas internos de intercambio y la creciente presión regulatoria como factores clave de la recuperación del mercado mundial de smartphones de segunda mano para lo que resta del año.
“Una combinación de innovación de dispositivos nuevos de baja calidad y una persistente cautela económica ha impulsado a más consumidores a considerar los teléfonos de segunda mano”, afirmó Ben Hatton, analista de mercado de CCS Insight, quien calificó el descenso de este trimestre como un “revés temporal”.
El potencial de los programas de intercambio
A medida que las empresas europeas buscan reforzar la oferta en un mercado cada vez más restrictivo, los programas de intercambio se perfilan como una estrategia crucial. El estudio de consumo de CCS Insight muestra que solo el 31 % de los europeos intercambia o vende sus teléfonos al comprar uno nuevo, lo que sugiere una importante oportunidad sin explotar de hasta 100 millones de dispositivos al año.
“El suministro interno cobra mayor importancia a medida que el acceso a los dispositivos importados se ve limitado por la regulación”, afirmó Hatton. “Las empresas que puedan desarrollar o mejorar sus programas internos de intercambio estarán mejor posicionadas para afrontar la escasez futura”.
El endurecimiento del panorama regulatorio también está actuando como catalizador de la innovación. Los programas de intercambio a plazo, donde los compradores fijan un valor de reventa garantizado al momento de la compra, están cobrando impulso como una forma de mejorar las tasas de recuperación y fortalecer los valores residuales.
El Galaxy Club de Samsung, en el Reino Unido, se cita como un ejemplo destacado de esta estrategia en acción.
Simon Bryant, vicepresidente de investigación de CCS Insight, añadió que los modelos de intercambio a plazo no solo ayudan a asegurar el suministro futuro de dispositivos, sino que también profundizan la fidelización del cliente.
“Estos programas se están convirtiendo en un diferenciador estratégico, especialmente a medida que la competencia en el mercado secundario se intensifica y los márgenes se reducen”, dijo.
Con la consolidación en el horizonte y un impulso hacia la escala, es probable que el resto de 2025 esté determinado por la eficacia con la que las empresas se adapten a los desafíos de suministro y las exigencias regulatorias, a la vez que se mantienen al día con las cambiantes expectativas de los consumidores.
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