Investigadores de la Universidad de Rhode Island (EE. UU.) proponen que los wearables, tales como los relojes inteligentes, podrían ayudar a identificar los síntomas del trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH).
Dhaval Solanki, Ph.D. y miembro de la facultad de ingeniería, y el candidato a doctorado Shehjar Sadhum publicaron el trabajo Comparative Investigation of Smartwatch Data in Children with ADHD and non-ADHD (Investigación comparativa de datos de relojes inteligentes en niños con TDAH y sin TDAH) en la vigésima Conferencia Internacional sobre Redes de Sensores Corporales del IEEE de 2024.
Detalles del estudio
“Comenzamos con un colaborador de la industria a quien se le ocurrió la idea de realizar un análisis del comportamiento utilizando relojes inteligentes disponibles comercialmente”, dijo Sadhu.
El estudio realizado por el equipo de investigación fue sencillo. Niños de entre 6 y 11 años (una mezcla de estudiantes con diagnóstico de TDAH y otros que no lo tenían) llevaban relojes inteligentes en ambas manos y participaron en una serie de actividades de mesa.
Los investigadores observaron diversos comportamientos, incluidos movimientos inquietos, comunes en las personas con TDAH. Muchos síntomas de este trastorno son de naturaleza subconsciente, como la dificultad para concentrarse en tareas básicas.
“Utilizamos los datos de los relojes inteligentes en segundo plano y monitoreamos sus movimientos, por ejemplo, si golpeaban mucho la mesa con los dedos o si se tocaban el cabello”, dijo Sadhu.
Posteriormente, el equipo de investigación amplió la solución basada en la tecnología y diseñó un juego de actividad de rompecabezas computarizado integrado con un mouse de computadora.
Un par de aspectos importantes
En este diseño, un dato clave a tener en cuenta fue el movimiento del ratón, que se utilizó para seguir el recorrido que hacían los usuarios de las piezas del rompecabezas. Los usuarios sin TDAH solían utilizar una línea recta para colocar las piezas del rompecabezas en el lugar correspondiente.
Los datos recopilados demostraron que no era tan sencillo para los usuarios con TDAH, que realizaban movimientos del ratón más complejos antes de colocar correctamente las piezas del rompecabezas.
El otro componente era el reloj inteligente, que debía ser capaz de monitorear los movimientos de los usuarios cuando retiraban las manos del mouse.
“¿Qué sucede si, durante el estudio, los participantes quitan la mano del ratón y se dedican a hacer algo?”, se pregunta Solanki. “El ratón no recopila esos datos, pero el reloj inteligente los analiza”.
Solanki dijo que al combinar los datos del ratón y del reloj inteligente no solo se puede mejorar la precisión del diagnóstico de TDAH, sino también evaluar la gravedad del trastorno.
Dado que el TDAH suele afectar la concentración, otro aspecto del estudio consistió en cronometrar la respuesta de usuarios con y sin TDAH a diversos acertijos que se volvían cada vez más difíciles.
“Los rompecabezas van cambiando y el nivel de dificultad va cambiando según la evolución de los participantes”, afirmó Solanki.
El estudio duró dos horas y los usuarios tuvieron 10 minutos para resolver cada rompecabezas. Los resultados revelaron que los niveles de dificultad jugaron un papel importante para los estudiantes con TDAH.
Otros indicadores
Sadhu y Solanki observaron que los estudiantes con TDAH se concentraban excesivamente en una tarea determinada cuando la dificultad aumentaba y se les imponía una limitación de tiempo. Tienden a perder la concentración y a desentenderse si la tarea es demasiado fácil y puede completarse en un tiempo relativamente corto.
“Si les dan un rompecabezas muy fácil, lo terminan y luego se aburren”, dijo Sadhu. “Diseñamos un motor de juego que los mantiene interesados y tiene un nivel de dificultad óptimo, lo que capta más su atención”.
Un aspecto interesante de la investigación fue el estudio de los tics que se producen a nivel subconsciente. Los relojes inteligentes se llevaban en ambas manos. Los datos revelaron que, mientras que la mano dominante de los usuarios realizaba la tarea principal, la mano no dominante mostraba otros comportamientos, a menudo sin que los usuarios fueran conscientes de ello.
Solanki y Sadhu creen que este método podría ofrecer una forma más accesible y efectiva de identificar los síntomas del TDAH en el aula o en el hogar, lo que puede conducir a evaluaciones adicionales y a un diagnóstico clínico.
Los investigadores están ansiosos por ampliar su investigación y comenzar a probar su método de diagnóstico en estudiantes de secundaria y universitarios.
“Queremos empezar a probarlo en adultos jóvenes”, dijo Sadhu. “Por ejemplo, jóvenes de entre 18 y 22 años que van a la universidad o jóvenes que acaban de salir de la universidad, para ayudarlos a identificar y controlar sus propios síntomas”.
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